Durante el embarazo, uno de los mayores temores de las futuras madres es someterse a pruebas radiológicas. La preocupación es comprensible: proteger la salud del bebé es una prioridad. Sin embargo, existen situaciones médicas en las que las técnicas de imagen son no solo seguras, sino también imprescindibles para salvaguardar la vida de la madre y del feto. En este artículo aclaramos cuándo y cómo se utiliza la radiología en el embarazo, y por qué, en manos expertas, puede ser una gran aliada.

¿Es segura la radiología durante el embarazo?

La respuesta corta es: depende del tipo de prueba, del momento del embarazo y de la urgencia clínica. En general, se evita toda exposición a radiación durante la gestación salvo que sea absolutamente necesario. Pero es importante distinguir entre los distintos tipos de imagen médica:

  • Ecografía: técnica sin radiación. Es completamente segura y de uso habitual para el seguimiento del embarazo.
  • Resonancia magnética (RM): no utiliza radiación ionizante. Es segura, especialmente después del primer trimestre.
  • ⚠️ Radiografías y TAC: utilizan rayos X. Se evitan, salvo en situaciones donde el beneficio supera el riesgo.

Cuando se necesita una radiografía o tomografía computarizada, se utilizan protocolos específicos para minimizar la dosis de radiación y se protege el abdomen de la madre con delantales plomados si es posible. La decisión de realizarla la toma un equipo médico multidisciplinar.

¿Cuándo está indicada una prueba radiológica en el embarazo?

Hay circunstancias clínicas en las que el uso de imagen médica puede ser determinante para un diagnóstico o una intervención urgente. Algunos ejemplos:

  • Sospecha de apendicitis o infección abdominal
  • Embolia pulmonar: una urgencia potencialmente mortal
  • Hemorragia postparto
  • Traumatismos durante la gestación
  • Dolor torácico de origen desconocido
  • Complicaciones placentarias o uterinas

En estos casos, el uso de la imagen no solo está justificado, sino que puede marcar la diferencia entre una intervención exitosa y una situación de riesgo.

Radiología intervencionista en obstetricia: salvando vidas

Uno de los campos más relevantes donde la radiología ha tenido un impacto directo es en la atención de hemorragias obstétricas severas. En lugar de recurrir a cirugías de urgencia, hoy es posible realizar procedimientos como la embolización de arterias uterinas, guiada por imagen, para detener el sangrado.

Este tipo de intervención mínimamente invasiva puede salvar el útero, evitar transfusiones masivas y reducir el tiempo de hospitalización, siendo una alternativa menos traumática para la paciente.

Casos reales que ilustran su valor

En la práctica clínica de la Dra. Claudia Lorena Martínez Higueros, se han tratado con éxito múltiples casos de sangrados postparto mediante técnicas intervencionistas. También se han realizado estudios por imagen en mujeres embarazadas con dolor abdominal severo, que permitieron un diagnóstico certero sin poner en riesgo al bebé. La clave siempre está en el criterio médico y en el uso racional de las tecnologías disponibles.

¿Qué debe saber una mujer embarazada?

  • No toda radiología implica riesgo.
  • La ecografía y la RM son seguras durante el embarazo.
  • En caso de urgencia, la imagen puede salvar vidas.
  • La decisión médica se basa en evidencia científica y protocolos seguros.
  • Es fundamental comunicar al personal médico que estás embarazada antes de realizar cualquier prueba.
Doctora Claudia Martínez Higueros
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