La medicina ha experimentado un avance revolucionario en las últimas décadas, y uno de los campos que mejor ejemplifica esta transformación es la radiología intervencionista. Esta especialidad combina el diagnóstico por imagen con tratamientos mínimamente invasivos, permitiendo abordar enfermedades complejas sin necesidad de recurrir a la cirugía abierta.

Una revolución médica desde dentro del cuerpo

La radiología intervencionista se basa en el uso de imágenes médicas en tiempo real —como ecografías, tomografías computarizadas (TAC) o fluoroscopía— para guiar pequeñas herramientas como catéteres, agujas o balones angioplásticos hasta el punto exacto del cuerpo donde se requiere actuar. Esta precisión permite tratar afecciones que antes implicaban cirugías mayores, con un impacto mucho menor para el paciente.

¿En qué casos se aplica?

Esta disciplina abarca un amplio abanico de aplicaciones clínicas, tanto en situaciones urgentes como en tratamientos programados. Algunos de los casos más frecuentes incluyen:

  • Aneurismas aórticos: mediante el uso de endoprótesis se refuerzan las arterias debilitadas sin necesidad de cirugía mayor.
  • Tumores: es posible bloquear los vasos que alimentan tumores hepáticos o renales (embolización), facilitando su reducción o destrucción.
  • Hemorragias internas: en emergencias, se puede detener un sangrado arterial mediante la oclusión selectiva del vaso afectado.
  • Obstrucciones urinarias o biliares: se colocan drenajes guiados por imagen para restaurar el flujo.
  • Accesos vasculares para hemodiálisis o tratamientos oncológicos.
  • Malformaciones vasculares congénitas y otros problemas circulatorios.

Ventajas frente a la cirugía tradicional

Los procedimientos intervencionistas presentan ventajas claras tanto en seguridad como en recuperación:

  • Menor riesgo de complicaciones postoperatorias
  • Anestesia local o sedación leve
  • Estancias hospitalarias más cortas
  • Menor dolor postoperatorio
  • Vuelta más rápida a la actividad habitual

Estas características hacen que la radiología intervencionista sea especialmente útil para pacientes con patologías graves, edad avanzada o condiciones médicas que dificultan la cirugía convencional.

¿Quién realiza estos procedimientos?

Este tipo de intervenciones son llevadas a cabo por médicos especialistas en radiología intervencionista, como la Dra. Claudia Lorena Martínez Higueros, quienes no solo dominan las técnicas de imagen, sino también los principios clínicos y terapéuticos que permiten actuar con rapidez y precisión ante cada caso.

Además, su labor no termina en la sala de procedimientos: estos profesionales forman parte activa del equipo médico, colaborando estrechamente con otras especialidades (cirugía vascular, oncología, ginecología, urgencias, nefrología) para diseñar estrategias personalizadas de tratamiento.

Una medicina menos invasiva, más humana y más precisa

La radiología intervencionista es, sin duda, una de las grandes aliadas de la medicina moderna. Permite tratar a pacientes graves o complejos con técnicas menos agresivas, más seguras y con un enfoque altamente personalizado.

Cada procedimiento no es solo una intervención técnica, sino una oportunidad para mejorar la calidad de vida del paciente, recuperar funciones vitales y reducir el sufrimiento innecesario.

Doctora Claudia Martínez Higueros
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